jueves, noviembre 23, 2006

Tricky Dick

En su campaña senatorial de 1950, Richard Nixon se ganó un apodo que lo acompañó a lo largo de toda su vida: Tricky Dick, Ricardito el Tramposo, por la ferocidad y la mala leche que aplicó para arrebatarle el escaño a la demócrata Helen Garrahan Douglas. Ella era una firme anticomunista, pero Nixon la bautizó como Pink Lady y utilizó de manera mañosa el apoyo que brindaba a la senadora una organización con una sigla muy parecida a la de la Liga de Mujeres Comunistas. A cualquier hora del día sonaban los teléfonos en las casas y una voz decía: "¿Sabía usted que Helen Douglas es comunista?". Si quien recibía el llamado decía, al responder, "Vote Nixon " y la llamada procedía del comando, podía elegir de inmediato un premio entre una gran variedad de electrodomésticos.

Con trucos como esos, más una impresionante cantidad de dinero, Tricky Dick consi
guió el escaño. Cuatro años antes, con una campaña tan sucia y bien financiada como la senatorial, había logrado ser elegido para la Cámara de Representantes. Fue el inicio de una meteórica carrera política que lo llevó a ser el vicepresidente más joven de la historia de Estados Unidos en 1952, con Ike Eisenhower como presidente; pero en esa oportunidad tuvo también un grave tropiezo, del que se libró gracias al clima de la guerra fría, a los aciertos retóricos de un discurso y a la flojera de sus opositores demócratas. Y también, por cierto, a la mentira descarada y el abuso de la buena fe de los electores.

Cuando Nixon se lanzó a la carrera senatorial, un grupo d
e industriales californianos y texanos constituyó un fondo en su beneficio, que supliera lo que dejaba de ganar al dedicarse a la política en detrimento de su profesión de abogado. La prensa descubrió el fondo cuando Nixon ya recorría el país en campaña. Eisenhower, en un primer momento, no lo apoyó explícitamente y pidió que todo se aclarara. El candidato a vicepresidente se puso frente a las cámaras de televisión y su discurso fue visto por 60 millones de telespectadores. Nixon argumentó que el fondo no era secreto; que todo el dinero había sido destinado a la campaña; y que ninguno de los contribuyentes había recibido "más consideración" que cualquier ciudadano común. Por supuesto, mentía en las tres cosas, pero tuvo éxito en la negación sobre todo gracias a que reconoció que un texano le había regalado un cocker spaniel blanco y negro, bautizado por su hija Tricia como Checkers. "Ya saben ustedes -dijo- que las niñas, como todos los niños, adoran al perro. Sólo quiero decir una cosa, por ahora, al margen de lo que digan de él, vamos a quedárnoslo". El texto pasó a ser conocido como "El discurso Checkers". Años más tarde, en una campaña, un asistente gritó: "¡cuenta la del perro, Dick!". Nixon se enfureció y ordenó que sacaran al gracioso del lugar.

Todo esto lo narra Anthony Summers en Nixon. La arrogancia del poder (2000; Península, 2oo3), estupenda y muy bien documentada biografía de uno de los personajes más oscuros y conflictivos de la historia de Estados Unidos. Tal como lo demuestra Summers, el escándalo de Watergate fue sólo la culminación de una carrera política llena de intrigas, de malas jugadas, de trampas, de dinero sucio, de espionaje a los rivales, así como la presidencia del país fue el punto de llegada de un hombre que ambicionaba, ante todo, el poder, y que, cuando llegó a la cima, se sintió todopoderoso. Cuando la investigación de Watergate ya lo amenazaba directamente, le dijo a su asistente de prensa, Ron Ziegler, comentando los ataques a su persona: "¡Dios Santo!, todas las esperanzas de este mundo, Ron, las esperanzas de paz, ¿sabes dónde residen? Residen aquí mismo, en esta condenada silla (...). La prensa tiene que haberse dado cuenta (...) piensen lo que piensen de mí, tienen que darse cuenta de que yo soy la única persona en estos momentos, en este inmenso mundo ciego, que puede hacer algo, ¿sabes? Procura que no se saque de quicio".

El libro de Summers aprovecha muy bien lo investigado por anteriores biógrafos e historiadores, con la ventaja de contar con mucho más información: tras décadas de batallas legales, ya se han dado a conocer casi la cuarta parte de las cintas de la Casa Blanca. Nixon registraba todas sus conversaciones y lo poco que entregó al Senado en 1973 fue determinante en su caída, aunque evitó que fuera a juicio. Si los nuevos antecedentes encontrados y los diálogos excepcionales por su crudeza verbal y su ambigüedad moral hubieran sido conocidos en la época, Nixon habría ido a la cárcel por más años que sus colaboradores.

La decadencia de Nixon en su segundo mandato es abismante. Se emborrachaba. Abusaba de un medicamento que, en cantidades desmedidas, producía mareos y confusión; combinado con el alcohol, convertía al presidente en una especie de autómata delirante. Todos sus colaboradores aprendieron a no obeceder sus órdenes en las noches, que casi invariablemente eran revocadas por la mañana. Pero quizá el momento más peligroso se produjo durante la guerra de 1973 entre Israel y los Estados vecinos.

En un momento del conflicto, y probablemente envalentonado por la manifiesta debilidad del gobierno estadounidense, la Unión Soviética envió un mensaje de extraordinaria dureza, anunciado medidas
unilaterales en la zona de guerra. Nixon ya estaba durmiendo y su ayudante no quiso despertarlo (adujo que no se podía, pero, considerando las circunstancias, también es probable que no quisiera hacerlo). El secretario de Estado, Kissinger, y los altos mandos militares decretaron la alarma nuclear, que disuadió a los soviéticos de escalar el conflicto. Lo grave es que todas aquellas decisiones se tomaron sin la anuencia del jefe de Estado y que, si hubiera estado presente en las reuniones, quizá las consecuencias habrían sido mucho peores.

El libro de Summers sirve también como una crónica política de las primeras décadas de la guerra fría. Nixon, como vicepresidente, fue partidario desde el inicio de buscar por todos los medios -todos- el derrocamiento del régimen cubano, información que ocultó hasta su muerte. En las elecciones de 1968, conspiró para que no se concretara la iniciativa de paz de Johnson y convenció al presidente de Vietnam del Sur de que la rechazara. 20 mil soldados estadounidenses y cientos de miles de soldados y civiles vietnamitas murieron durante su mandato. Apoyó también, con mucha energía, el derrocamiento de Salvador Allende en Chile, aunque esa historia ya la conocemos bien. Con todo, quizá la peor consecuencia de su mandato fue minar la confianza ciudadana en los políticos y en sus autoridades. El abuso de poder, el recurso a la mentira y el estilo autoritario de gobierno se marcaron como una impronta que sigue presente en la vida política de Estados Unidos. No sorprende, así, que hace pocos días un portavoz del gobierno estadounidense haya afirmado que "probablemente Irán tenga armas biológicas", aunque sean tan fantasmales como el arsenal de armas de destrucción masiva de Saddam Hussein.



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11 Comments:

Blogger nadie said...

este blogger beta es un fiasco
te dejé el otro día un mensaje largo sobre este post y no está.

bueno, en fin, sólo quería decir: feliz navidad, muy feliz navidad

lunes, diciembre 18, 2006 10:06:00 a.m.  
Blogger ricardo flores said...

No está tan lejos Nixon. Parace un alma en pena, qué pena, que recorre los salones de nuestros recargados palacios de gobierno, la representación descarnada del político moderno en el que ya nadie puede creer.

lunes, diciembre 18, 2006 7:34:00 p.m.  
Blogger nadie said...

y que vuelvas

miércoles, diciembre 20, 2006 10:48:00 a.m.  
Blogger nadie said...

rampante en los setenta y hace treinta años, pensaba que pensabas tu de aquello...sí está medio en clave, pero en fin

martes, diciembre 26, 2006 1:25:00 a.m.  
Blogger Rodrigo Pinto said...

Ricardo:

Esa es la actualidad de Nixon, un alma en pena que sigue penando all around the world.

Nadie:

estaba en mis primeros años de universidad, eran los primeros años de la dictadura, la prensa era la misma que ahora, pero mucho más censurada y mucho más sesgada (sólo tratar de recordarlo da vértigo), así que no hubo mucho espacio en ese entonces, ni mediático ni mental, para la caída de Tricky Dick.

miércoles, enero 10, 2007 1:52:00 p.m.  
Blogger Perro said...

se renueva el bló?

domingo, marzo 11, 2007 6:53:00 p.m.  
Blogger Rodrigo Pinto said...

Pronto habrá novedades.

lunes, marzo 12, 2007 10:42:00 a.m.  
Blogger cienfuegos said...

Rodrigo: Acabo de terminar Nocturno de Chile y siendo fans de Bolaño (La literatura .., Los detectives ..., putas..., gaucho ..., pista de hielo,...y 2666-no terminado) ¿es esto lo peor de bolaño?
de verdad lo encuentro muy pero muy malo y no logro entender algunos comentarios (cristopher dominguez en letras libres lo puso por las nubes).
un chiste muy fome y alargado en exceso. la anécdota de mariana callejas ya circulaba hace tiempo, incluso en algun reportaje; el cura valente me parece muy poco convincente, la caracterización de alone quizpa es lo mejor; pewro en geenral las disgresiones que en otros libros funcionan tan bien, acá latean
cuentame rodrigo tu lectura please

cienfuegos
(tengo problemas de identidad en el nuevo blogger)

miércoles, marzo 14, 2007 8:31:00 p.m.  
Blogger Rodrigo Pinto said...

Cienfuegos,

la próxima semana haré una entrada especial con Nocturno de Chile.

viernes, marzo 16, 2007 11:54:00 a.m.  
Blogger cienfuegos said...

Gracias x atender mi molestia.

viernes, marzo 16, 2007 8:57:00 p.m.  
Blogger Charlie said...

sex-o-holic

domingo, marzo 18, 2007 7:38:00 p.m.  

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