lunes, octubre 15, 2007

Mujeres en guerra, 4: Margarete Buber-Neumann


Muy pocas mujeres, y muy pocos hombres, habrán vivido para contarlo. Es que el destino de Margarete Buber-Neumann es tan trágico como insólito: militante comunista desde los años veinte, casada con uno de los intelectuales alemanes del partido, huyó a la Unión Soviética tras el ascenso de los nazis al poder, en 1933. Cuatro años más tarde, en el peak del infierno paranoico de Stalin, Heinz Neumann fue detenido por sus desviaciones ideológicas y su rastro se perdió en las prisiones moscovitas. En 1938 fue el turno de Margarete. Tras varios meses en la Butirka, la prisión preventiva de Moscú, fue condenada a cinco años de reclusión, castigo que cumpliría parcialmente en Karaganda, gigantesco campo de concentración en medio de la estepa de Kazajstán.

El desolado páramo estaba apenas habitado por tribus de pastores nómades, y la extensión del Gulag a aquellas regiones tenía esencialmente propósitos colonizadores. Los presos debían cumplir tareas agrícolas, mayormente, en puntos situados a muchos kilómetros del campo central de Karaganda, así como preparar las condiciones para la explotación de yacimientos mineros en el sector. Apenas hay testimonios gráficos de instalaciones que en realidad eran chozas de barro y trochas infernales por donde traqueteaban camiones y carretas. Buber-Neumann tuvo la mala idea de protestar ante las autoridades del campo por la arbitrariedad de su detención, lo que le significó cumplir su pena en barracones de castigo. Sorpresivamente, a comienzos de 1940, fue llevada de vuelta al campo central y de ahí a Moscú, donde pasó unos meses excepcionalmente bien alimentada y bien tratada en la Butirka. El paso siguiente muestra con insólita crudeza una de las consecuencias más viles del tratado de no agresión que Stalin y Hitler suscribieron en 1939: los alemanes prisioneros del gulag, en su mayoría comunistas que habían huido de los nazis, fueron devueltos a estos últimos en Brest-Litovsk, la ciudad polaca que había pasado a ser la frontera entre ambas dictaduras.

El destino de Margarete fue el campo de concentración de Ravensbrück, en el norte de Alemania, donde llegó a comienzos de agosto de 1940. Diseñado más como un campo de trabajo que de exterminio, las condiciones de vida no eran tan extremas como en Auschwitz, Mathausen o Bergen-Belsen. No más de cien mujeres murieron en el primer año de estancia de Buber-Neumann en Ravensbrück, campo que continuó creciendo para proveer de mano de obra a los talleres de costura de la SS, que fabricaban todos los uniformes de la organización, y a Siemens, empresa que instaló fábricas (y luego barracones para las reclusas) a un costado del campo principal. La dieta era dura, pero soportable, y uno de los refinamientos del régimen de castigo consistía en la obligación de dejar las camas hechas (con sábanas y frazadas) de manera impecable en un reducidísimo lapso de tiempo. En otros lager, ya el jergón de paja era un lujo y el resto de los artículos, inexistentes.


A Margarete le asignaron distintas funciones durante su permanencia en el campo. Por dos años fue la jefa del bloque de las Testigos de Jehová, el barracón más organizado, ordenado, limpio y saludable de todo el campo, utilizado también para recibir a las visitas al campo. Era duro, pero contaba con la excepcional disciplina y rigor de las reclusas, que hacían una cuestión de fe mantener el orden y la limpieza.

Conforme avanzaba la guerra, el campo se fue llena
ndo de gente, las condiciones empeoraron muchísimo y las cifras de mujeres muertas ascendió violentamente. Buber-Neumann desempeñó diversas tareas, incluyendo trabajo esclavo en la Siemens, y sobrevivió, según ella señala en el libro, porque "era fuerte física y psíquicamente; siempre supe guardar un cierto respeto hacia mí misma; siempre encontré personas para las que yo era necesaria; siempre tuve la suerte de compartir la felicidad de la amistad, de las relaciones humanas". Una de sus grandes amigas fue Milena Jesenská, la última novia de Franz Kafka, llevada desde Praga a Ravensbrück, donde murió a comienzos de 1944. El origen de este libro está en la amistad con Milena y el mutuo compromiso que asumieron de contar lo que habían vivido.

El fin de la guerra acarreó otro desafío para Margarete: trasladarse desde Ravensbrück, en el territorio conquistado por los r
usos, al oeste alemán, en manos aliadas. Temía, justificadamente, que volver a caer en manos soviéticas implicaría prolongar su vida de reclusa. También lo logró, para dar testimonio y cumplir con su compromiso con Milena Jesenská.

El libro, con todo lo terrible que es la experiencia de Margarete, tiene también una clara intención ideológica, la denuncia del engaño tras los ideales comunistas. No es que Buber-Neumann apruebe los lager nazis, o que los encuentre menos brutales o menos asesinos; es que se extinguieron con la guerra y, al momento en que ella escribía, el gulag soviético gozaba de muy buena salud. Hay toda una línea narrativa sobre casos de ceguera aún ante la propia desgracia y de fanatismo aún en las peores circunstancias, línea que, para lectores contemporáneos, es un tanto excesiva: a nadie hay que convencer hoy de las aberraciones del estalinismo. En la perspectiva de la guerra fría, sin embargo, no cabe duda de que el testimonio de Margarete, con su afán de denunciar todos los totalitarismos, fue considerado en muchos casos como un insumo más en la batalla por las ideas. La perspectiva del tiempo devuelve su libro a lo esencial, a la experiencia casi única de haber comprobado, en su propio cuerpo, que el lager y el gulag son la misma cara de la misma moneda.

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4 Comments:

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¡ Cordiales saludos, Rodrigo, desde España!. Una muy grata sorpresa tu interesante artículo sobre "Margarete". Estoy buscando información para un borrador mio sobre La Resistencia alemana y me va a ser de interés y utilidad. Con mucho gusto te difundiré. ¡ Espero que estemos en muy buena comunicación y felicidades por tu estupendo artículo, lleno de grandes valores universales. ¡ Un afectuoso saludo ! Antonio Ayala

lunes, octubre 12, 2009 10:06:00 a.m.  
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viernes, enero 15, 2010 11:11:00 a.m.  
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